Aprender a soltar a través de Yama y Niyama

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Aprender a soltar:

Empecé mi camino en el Yoga Iyengar acudiendo a las clases que daba Xavi Alongina en su centro de Elda (Alicante). Tras mi primera formación de profesora de yoga que acabé en 1998 sentí que los cambios que me esperaban sólo empezaban y decidí buscar acompañamiento para seguir evolucionando en la vía de Yoga y de ma Macrobiótica ya que las circunstancias me estaban mostrando claramente que éste era uno de los trabajos que he venido a desempeñar en esta vida. Entonces, buscando una escuela rigurosa y sin coloraciones, encontré las enseñanzas de B.K.S Iyengar que son para mi el método de conexión con la voluntad de mi alma, de observar todos los aspectos en discordancia que he de transformar en mi interior y el motor de los cambios que me han llevado a fortalecerme, a desarrollar lo que vine a hacer y lo que soy.

Lo que aquí se explica guarda una estrecha relación con el cambio emocional que se da a través de la alimentación y de la práctica espiritual y lo incluyo en este apartado de mi web porque lo considero de gran ayuda para buscadores/as honestos/as que recurren a la práctica de la macrobiótica y del yoga para convertirse en mejores personas. 

Antes de dejar su cuerpo físico, Xavi publicó el libro “108 miradas” que recoge parte de sus reflexiones durante la última etapa de su vida. En  él se inspira este post que empiezo con una de sus miradas al mundo:

Para los y las practicantes de un camino de transformación interior (es decir de un camino espiritual) como el yoga o el budismo aprender a soltar es un requisito imprescindible. Para seguir un camino así es necesario renunciar a algunas cosas, algunas actitudes, algunas ideas. Esta es una actitud que nos cuesta mucho. Creemos que podemos seguir el camino sin soltar nada, dejando las cosas como están y esperando que el camino nos ayude a apañarnos con todo. A medida que uno avanza en el camino va viendo de qué hay que desprenderse y desasirse. El punto de partida son los cinco yamas para los que siguen el yoga, los cinco preceptos para los que siguen el camino budista; estos son irrenunciables, sin éstos, más pronto que tarde la práctica ser estancara y no habrá ningún progreso. Mucha gente cree que con solo hacer yoga y meditar sin cambiar nada en su vida está ya todo hecho. Si tu práctica del yoga o de meditación no impacta en tu vida convencional, es incompleta. Hace falta contención en el uso del tiempo libre, el de estar en internet, lectura, en el móvil… tiempo para descansar el cuerpo y la mente, aquí la relajación yóguica es la mejor y no la meditación como creen algunos. Hace falta mantener la alerta continúa para no dejar barra libre al pensamiento que llamamos “espontáneo” o “intuitivo”. Si quieres seguir un camino espiritual seriamente algo tendrás que dejar en el camino. Descubre qué es aquello de lo que debes desprenderte. No es cuestión de deshacerse lo que ya no te interesa sino de lo que te impide avanzar más rápido. Recuerda que el tiempo es limitado” (1).

Esto lo describe también el Yogasutra 1-12 “Abhyasa vairagyabhyam tannirodhah” – La práctica y el desapego son los medios para detener los movimientos de la consciencia – que nos insta a descartar ideas y acciones que obstruyen nuestro progreso y a practicar los yamas y niyamas.

Los YAMAS y NIYAMAS que aparecen descritos formando parte de los ocho miembros del yoga, aparecen descritos en el capítulo II ó Sadhana Pada de los Yogasutras de Patañjali. Son la base ya no sólo de la práctica del yoga sino de todo camino espiritual y del cambio interior hacia la liberación de todas las fluctuaciones de nuestra consciencia. Porque las técnicas nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida y sensaciones, pero el motivo por el que todas las personas hemos venido a este mundo es trabajar en la liberación de nuestras ataduras kármicas y esto conlleva ante todo una actitud ética que se refleja en los Yamas o mandamientos universales y Niyamas o preceptos éticos individuales. Su puesta en práctica se refleja tanto en la manera en que hacemos las posturas de yoga como en los cambios mentales que nos llevan hacia el estado de meditación, posterior visión interior y Unidad con el Universo.

8 pasos a seguir en la vía del yoga descritos por Patanjali:

1- YAMA (mandamientos morales universales)
· Ahimsa: no violencia
· Satya: verdad
· Asteya: no apropiarse de lo ajeno (hacer propios o robar objetos, contenidos o creaciones)
· Brahmacharya: continencia
· Aparigarha: no codiciar

2- NIYAMA (autopurificación por la disciplina individual)
· Saucha: limpieza
· Santosa: contento
· Tapas: austeridad
· Svadyaya: estudio del sí-mismo
· Ishvara pranidhana: abandono de todas las acciones a Dios

3- ASANA (posturas)

4- PRANAYAMA (respiración)

5- PRATHYAHARA (poner la mente y los sentidos bajo control)

6- DHARANA ( concentración en un solo punto o total atención en lo que se está haciendo mientras la mente permanece inmóvil e imperturbable)

7- DHYANA (cuando la inteligencia está inmóvil y se relajan las tensiones, podemos experimentar dhyana)

8- SAMADHI (estado de superconciencia producido por la meditación en que se da la unidad con el espíritu universal)

Descripción de los yamas y niyamas:

1- YAMA:

Ø Constituyen reglas morales para la sociedad y para el individuo. Su no cumplimiento se debe a emociones como la codicia, el deseo y el apego que pueden ser leves medianas o excesivas y solo traen dolor e ignorancia.

1- AHIMSA: NO VIOLENCIA, NO MATAR
En su sentido más amplio significa AMOR, que abarca toda la creación. El hombre mata para alimentarse o protegerse de algún peligro. La violencia es un estado de una mente miedosa, débil, agitada o ignorante; por ello el hombre ha de confiar en que Dios le protege para no temer ningún mal y aprender a basar su fe en la realidad y la investigación.
El yogui/ yoguini cree que ha nacido para ayudar a los demás. Sabe que su vida se halla ligada a la de los otros, antepone la felicidad ajena a la propia y se convierte en fuente de alegría para todo aquel con el que convive. Incluso si se trata de un malhechor, le ayudará a combatir su mal.
Acompañan a ahimsa:
· Abhaya (ausencia de temor): purificado mediante el estudio del sí-mismo, el yogui no teme a nadie.
· y akroda (ausencia de ira): la ira puede llevar a la degradación de la mente o al crecimiento espiritual. El yogui se enoja consigo mismo si su mente se hunde o si sus conocimientos y sus experiencias no evitan un desatino. En cambio ha de ser considerado con los defectos ajenos mientras que firme con los propios.

2- SATYA: VERDAD
Presupone una perfecta veracidad de pensamiento, palabra y obra. La realidad es en esencia amor y verdad y se expresa a través de estos dos aspectos.
4 son las formas de pecado mediante la palabra:
– la injuria y la obscenidad
– la falsedad en transacciones
– la calumnia o el chismorreo
– ridiculizar lo que otros consideran sagrado para ellos
El control de la palabra arranca de raíz toda malicia y proporciona auto-control.
Quien está establecido en la verdad obtiene el friuto de sus acciones sin aparentemente hacer nada. Dios, fuente de toda verdad provee sus necesidades y cuida de su bienestar.

3- ASTEYA: NO APROPIARSE DE LO AJENO (ROBAR)
Incluye también no usar algo para un propósito diferente al pretendido o por más tiempo del permitido por su propietario. El yogui reduce sus necesidades físicas al mínimo. Mientras que a otros les apetece la riqueza, el poder, la fama o el goce, al yogui solo le apetece adorar a Dios ya que las apetencias enturbian la serenidad.

4- BRAHMACHARYA: VIDA DE CELIBATO, CONTINENCIA, ESTUDIO RELIGIOSO
Es un brahmachari aquel que en todo ve la divinidad y que se dedica al estudio de los Vedas, absorto en Brahman. Patañjali hace hincapié en la continencia de cuerpo, palabra y pensamiento, aunque brahmacharya poco tiene que ver con ser soltero o casado. Todos los smrtis (códigos de ley) recomiendan el matrimonio. No es posible conocer el amor divino sin experimentar la felicidad y el amor humano.
Brahmacharya desarrolla un caudal de vitalidad y energía, una mente valerosa y un poderoso intelecto que le permiten hacer frente a toda injusticia.. el brahmachari utilizará sabiamente todas las fuerzas que genera: empleará las físicas en el servicio del Señor, las mentales para la propagación de la cultura y las intelectuales en el fomento de la vida espiritual.

5- APARIGRAHA: NO CODICIAR, NO ACAPARAR
No se debe de acaparar las cosas que no nos son útiles. Es pobre de espíritu quien obtiene sus bienes sin trabajar o por medio de favores de los demás. El acaparamiento indica falta de fe en Dios y en sí mismo para su abastecimiento. Asimismo, el yogui entrena su mente para que no sienta la pérdida o la falta de algo y se siente satisfecho/a con lo que le sucede, entonces, todo aquello que necesita le viene dado en el momento oportuno.

2- NIYAMA:
Ø Normas de conducta que se refieren a la disciplina individual

1- SAUCHA: LIMPIEZA, PURIFICACIÓN
El baño limpia externamente. Asana y pranayama limpian internamente nuestro cuerpo y mente.
– asana: tonifica el cuerpo y expulsa las toxinas
– pranayama: limpia y airea los pulmones, oxigena la sangre, purifica los nervios
La mente también se ha de purificar mediante bhakti de emociones como el odio, la rabia, la pasión, la lujuria, la avaricia, el engaño y el orgullo.
El intelecto (buddhi) se purifica mediante svadyaya.. Esta depuración interior proporciona fulgor y gozo; nos trae benevolencia al tiempo que aleja el dolor mental, el abatimiento, la pena y la desesperación. Cuando la mente está lúcida, resulta fácil volverla unidireccional (ekagra).
Los medios mediante los cuales nos procuramos el sustento han de ser puros. El alimento debe ser tomado con la sensación de que con cada bocado adquirimos fuerzas para servir a Dios. El alimento ha de tomarse con el fin de favorecer la salud, la fuerza, la energía y la vida y deberá ser sencillo, nutritivo, jugoso y reconfortante. Con el transcurso del tiempo el/la practicante de yoga ha de adoptar una dieta vegetariana afín de obtener atención uni-direccional y evolución espiritual. El carácter se moldea según el tipo de alimentos que tomamos. El yogui que cree en la armonía come tan solo para atender a su sustento, ni mucho, ni poco.
Para las prácticas espirituales es también importante la limpieza del lugar en el que las realizamos.

2- SANTOSA: CONTENTO O SATISFACCIÓN PLENA.
Una mente descontenta no puede concentrarse. El yogui, al no sentir falta de nada, se halla satisfecho de forma natural y esta satisfacción le proporciona una dicha sin par pues cumple con su deber.

3- TAPAS: RESPLANDECER, ARDER, BRILLAR, SUFRIR DOLOR O CONSUMIRSE POR EL FUEGO.
Indica un ardiente esfuerzo en todas las circunstancias con el objetivo de de lograr una meta determinada en la vida que unirse con la divinidad. Comporta autopurificación, disciplina y austeridad.
Mediante tapas el yogui desarrolla fortaleza de cuerpo, mente y carácter, y adquiere valor, sabiduría, integridad, rectitud y sencillez.
Tipos de tapas:
a- kayika: se refiere al cuerpo. Son: ahimsa y brahmacharya
b- vachika: se refiere a la palabra. Son: no ofender, cantar a Dios, decir la verdad y no hablar mal de los demás.
c- manasika: se refiere a la mente. Es el desarrollo de una actitud mental serena y equilibrada en medio de alegrías y pesares sin perder el auto-control.

4- SVADYAYA: ESTUDIO DEL SÍ-MISMO.
La educación consiste en la extracción de lo mejor que hay dentro de la persona.
Quien practica svadyaya empieza a comprender que toda la creación tiene por cometido bhakti (la adoración), y no bhoga (el goce), que toda creación es divina y que la divinidad reside en su interior y que la energía que lo mueve es la misma que mueve el universo entero.
Mediante svadyaya, el sadhaka comprende la naturaleza de su alma y alcanza la comunión con lo divino. Absorbe enseñanzas de otras culturas y las añade a la suya propia.

5- ISVARA PRANIDHANA: Es la dedicación al Universo de nuestras acciones y nuestra voluntad. Quien tiene fe no se desespera. La adicción a los placeres destruye tanto el poder como la gloria. De la satisfacción de los sentidos cuando éstos van en pos del placer surge moha (el apego) y lobha (la codicia) para su repetición. Si no se os complace se produce soka (la tristeza). Han de refrenarse pues mediante el conocimiento y el dominio del sí-mismo. Esto empieza en bhakti . el sadhaka ora: “Desconozco lo que es bueno para mi. Hágase tu voluntad”. En bhakti no hay lugar para el “yo” y “lo mío”. Cuando desaparecen los sentimientos del “yo” y “lo mío” es que el alma individual ha completado su crecimiento. Las acciones reflejan la personalidad de un hombre (o mujer) mejor que sus palabras.

 

Bibliografía:

Luz sobre el yoga – BKS Iyengar

Luz sobre los Yoga Sutras de Patañjali – BKS Iyengar

108 Miradas – Xavi Alongina

Bhagavad Gita – Edición de Fernando Tola

Artículo escrito por Agnès Pérez. Lo puedes compartir desde esta web y si decides saltarte los yamas y niyamas, al menos cita la bibliografía y respeta el trabajo y las enseñanzas en los que está inspirado.

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Agnès Pérez
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